Muchas veces los niños se enojan, se pelean y luego, vuelven a jugar.

Muchas veces, dicen cosas que a los demás les duele y no se dan cuenta, no tienen noción que las palabras pueden ser muy hirientes.

Es importante trabajar para tener una mejor convivencia, para aceptar que somos todos diferentes y eso no nos hace ni más ni menos que otros.  Ni mejor ni peor. Sólo nos hace ser diferentes.

Todos somos queridos porque cada uno de nosotros tiene algo bueno para brindar, para darle al otro, para ofrecer. Y recibir a cambio, aquello que regocija, que llena el alma, que nos hace emocionar.
Comparto con ustedes un video que me gustó mucho, y del cual, creo, podemos aprender.

Espero que les guste.